Alandar. Pepa Moleón
Este año en España la presencia de la Revuelta en las calles tiene un marcado carácter estatal por su extensión y estrategias de preparación: será el domingo 6M en torno a las 12:00 a.m (la mayoría participamos en las manifestaciones del 8M y, desde el inicio, decidimos no solapar ambas celebraciones).
En redes y otros medios están las convocatorias, hora y lugar de cada concentración/encuentro, y ya son dieciséis las ciudades “en Revuelta”: Vigo, Madrid, Valencia, Santiago de Compostela, La Rioja, Sevilla, Badajoz, Santander, Bilbao, Barcelona, Granada, Zaragoza, Vitoria, Gran Canaria, Almería, Córdoba.
Ya son dieciséis las ciudades en «Revuelta de mujeres en la Iglesia»
Invitamos con alegría a cuantas mujeres quieran incorporarse a este caudal de esperanza imparable y a los hombres, cómplices del mismo, que entienden que el reconocimiento de la dignidad y la igualdad de las mujeres es un bien comunitario que permite generar una Iglesia nueva, al estilo de Jesús, para todas y todos.
Como proclama una de las canciones de las revoltosas, elevada a himno.
¡REMAMOS!
UNA HISTORIA CORTA PERO FECUNDA
Cuando el 1 de marzo de 2020 en diferentes lugares del Estado nos congregamos, delante de catedrales y otros templos significativos, grupos de mujeres (y varones cómplices) que nos reconocíamos cristianas y feministas, no sabíamos qué sucedería a partir de entonces pero sentíamos una fuerza que no nos pertenecía aunque sí nos habitaba: era la Revuelta de Mujeres en la Iglesia/Alcem la Veu.
En aquellos momentos nos acompañaron algunos medios de comunicación interesados por el acontecimiento y hubo que recordar (les) que, desde siempre, había habido en nuestro país y en muchos otros, mujeres en la Iglesia que estaban en desacuerdo profundo con el lugar y el papel que tenían en la institución, que se reconocían bautizadas y que, desde ahí, su anhelo (y nuestro anhelo) de igualdad, como punto de partida hacia otros sueños, era irrenunciable.
En la Revuelta, la fundamentación teológica está acompañada de una indignación ética
La Revuelta, ayer y hoy, se reconoce heredera y profundamente agradecida a esas mujeres y a sus vidas.
El tiempo de pandemia nos ha permitido conocernos más y reconocernos, compartir momentos de reflexión, formación y celebración; nos ha dado oportunidad de generar redes con mujeres de otros países y continentes, hemos experimentado el enriquecimiento mutuo a partir de la diversidad y la utopía compartida, en camino hacia una Iglesia nueva.
La Revuelta ha ganado en hondura y extensión. Queremos seguir abiertas a la acción y aliento del Espíritu/Ruah en nosotras, al tiempo que lúcidas en nuestros análisis de la realidad: denunciando tantas situaciones de desequilibrio y desigualdad en que vivimos las mujeres en la Iglesia y en la sociedad, teniendo especialmente presentes a las más vulneradas que, en tantas ocasiones, ni siquiera pueden alzar su grito.
EL SÍNODO DE LAS MUJERES y EL SÍNODO DE FRANCISCO
Al tiempo que se inauguraba en octubre de 2021 el Sínodo de la sinodalidad, convocado por Francisco para caminar juntas y juntos los bautizados y cuantos quieran acompañarnos, a nivel internacional, hemos iniciado un Sínodo de mujeres, convocado por el Catholic Women’s Council (Consejo de mujeres católicas, CWC) que culminará en Roma, en octubre de este año 2022. La Revuelta de mujeres en la Iglesia/Alcem la Veu participamos intensamente en el mismo.
En octubre, Francisco recibirá las conclusiones del Sínodo de las Mujeres.
Para este proceso se han elaborado materiales, ofrecido metodologías y articulado talleres, grupos de trabajo y encuentros abiertos en diferentes países y continentes para compartir experiencias con cuantas mujeres están interesadas en trabajar y alcanzar el pleno reconocimiento de su dignidad e igualdad en la comunidad eclesial.
El lema elegido para el Sínodo de las mujeres 2022 es: “Nosotras somos el cambio. Ven a construirlo”.
Para alcanzar los objetivosse ha organizado el trabajo de reflexión e intercambio de experiencias en torno a cinco ejes: “Situación de las mujeres en la Iglesia”, “Poder, participación y representación”, “Transparencia y rendición de cuentas”, “Vida sacramental”, “Resistencia y esperanza”. La metodología de trabajo se basa en el ver, juzgar y actuar, con perspectiva de género.
La fundamentación teológica de los temas planteados está acompañada de una indignación ética que nos permite cuestionar la situación y lugar de las mujeres en la institución, y a concientizarnos, a nosotras y a otros, de que las cosas en la Iglesia pueden y deben ser de otra manera.
Las reflexiones y propuestas generadas en este proceso se entregarán a Francisco en octubre de 2022 en Roma. Creemos que lo recogido en el Sínodo de las mujeres puede ser un aporte indispensable para el Sínodo de la sinodalidad, aunque es necesario distinguir entre ambos para saber, en cada momento, en qué contexto estamos trabajando y moviéndonos.