En noviembre de 2019 algunas asociaciones e iniciativas de mujeres católicas y órdenes religiosas femeninas de Austria, Alemania, Liechtenstein y Suiza constituyeron una red con el objetivo de mostrar el sentir de muchas mujeres en la Iglesia Católica y de reivindicar la dignidad y la igualdad de las mujeres dentro de ella. Esta red se convirtió en una organización global en enero de 2020 bajo el nombre de Catholic Women’s Council (CWC).
Para alcanzar su objetivo de hacer visible la situación de todas las mujeres que se sienten parte de la Iglesia, el CWC inició un tiempo de “peregrinaje”, durante el cual poder profundizar en los temas que preocupan a las mujeres y recoger sus propuestas para presentarlas al Vaticano. Este peregrinaje se inició, con mucha ilusión, ofreciendo un espacio de reflexión en torno a 5 temas clave relacionados con las mujeres y su situación, la participación, la corresponsabilidad, la misión en la Iglesia y el seguimiento de Jesús de Nazaret. Aprovechando la oportunidad que nos brinda el Sínodo de la Sinodalidad convocado por el Papa Francisco, las conclusiones de este trabajo se entregarán en la oficina del Sínodo a finales de septiembre de 2022.
Los 5 ejes propuestos son:
- Situación de las Mujeres en la Iglesia
- Poder y participación
- Estructura y transparencia
- Vida sacramental
- Resistencia y esperanza
Formado por más de 45 grupos, movimientos y redes de la Iglesia a nivel internacional, diversos pero con un sueño común, el CWC ha ido dando pasos en la organización de su estructura. En la actualidad el CWC funciona con un Comité Ejecutivo formado por 12 mujeres que lideran la dinámica de trabajo y las acciones a realizar. Ellas representan, a su vez, a grupos organizados por regiones: Asia, Norte América, Australia, Reino Unido, Centro Europa, África y Latinoamérica-España-Caribe. El grupo de Latinoamérica-España-Caribe decidió denominar a esta peregrinación el “Sínodo de las mujeres” y también se organiza con una Comisión Ejecutiva y tres Comisiones de trabajo (Talleres, Contenidos y Comunicación).
La dinámica de trabajo del Sínodo de las mujeres es la siguiente:
En diciembre de 2021 se lanzó una encuesta en castellano y portugués contestada por más de 3000 mujeres, y poco después otra internacional en varios idiomas, que fue respondida por 13.000 mujeres de todo el mundo. Estas encuestas han permitido realizar un primer sondeo de cómo se sienten, cómo viven la fe y qué les preocupa a las mujeres dentro de la Iglesia Católica. A partir de estos datos se elaboró una propuesta de trabajo en talleres, que se fueron realizando de enero a julio de 2022 en pequeños grupos de mujeres, presencial o virtualmente según la situación sanitaria de cada lugar. La dinámica de los talleres se basó en una adaptación de metodología del Ver, Juzgar y Actuar reformulada desde el sentipensar de las mujeres. Se dividió la reflexión en cuatro momentos:
- Marco referencial. Presentación a modo de contexto para introducir la reflexión. Este marco pretendía responder a la pregunta ¿de qué estamos hablando en este eje? Esta parte se hizo mediante videos cortos.
- Nuestra experiencia. Se propusieron dinámicas que favorecieran verbalizar y visibilizar y recoger la experiencia de todas las mujeres participantes.
- Sospechamos. Iluminación y fundamentación teológica de los temas abordados, que ponga en cuestión la situación de las mujeres en la Iglesia y abra las puertas a nuevas maneras de experimentar la fe en comunidad.
- Recreamos. Escuchar las propuestas concretas que tienen las mujeres para cambiar la situación actual desde la esperanza, la creatividad y la sabiduría propias.
Para cerrar el trabajo de cada eje se realizaron encuentros internacionales virtuales, con la participación de todos los grupos del mundo que forman parte de la peregrinación. En estos encuentros se puso en común el resultado del trabajo en cada región y se escuchó la voz de teólogas de los cinco continentes. Estos encuentros fueron momentos de gran intensidad, en los que participaron cientos de mujeres de gran diversidad cultural, de edad, de contexto geográfico… En estos encuentros hubo momentos de oración, de compartir y debatir con gran riqueza y libertad. Se puso de manifiesto con claridad el malestar que muchas mujeres de todo el mundo sienten por una situación claramente injusta y alejada del deseo de Dios para la humanidad. Sorprendió y alegró, en medio de la diversidad, la gran confluencia en diagnósticos, vivencias y propuestas. Se hicieron visibles experiencias creativas y solidarias que mujeres de muchos lugares están llevando a cabo. En estos encuentros se experimentó, realmente, el aliento de la Ruah.
Durante los meses de julio y agosto todas las conclusiones recogidas se plasmarán en un documento final que será presentado en la oficina sinodal en Roma a finales de septiembre de 2022.
Septiembre 2022 no es el final del camino… sólo el comienzo.
Durante el camino iniciado se ha puesto de manifiesto la fuerza, la resistencia y la esperanza de tantas mujeres que viven la fe y construyen desde la sororidad una Iglesia al estilo de Jesús. Y también tantas otras mujeres que se sienten fuera o se han ido de la Iglesia Católica porque se han sentido excluidas, desplazadas o ninguneadas, a las cuales esta propuesta les ha devuelto la esperanza y la alegría. Por ellas seguiremos proponiendo, alentando, animando y peregrinando ¡hasta que la igualdad y la dignidad se hagan costumbre! Porque nosotras somos el cambio.
