Papa Francisco: ¡No al Diaconado femenino!

Jaime Escobar Martínez. Director de revista ‘Reflexión y Liberación’. 

La periodista de CBS pregunta: ‘Una niña pequeña que crece como católica hoy en día, ¿tendrá alguna vez la oportunidad de ser diaconisa y participar como miembro del clero en la Iglesia?’ El Papa responde automáticamente con un severo: ¡No!

Así, el Papa Francisco señala su posición sobre la ordenación de mujeres como diaconisas en la Iglesia católica: ‘Si se trata de diáconos con el Orden sagrado; ¡NO!… las mujeres siempre han tenido la función de diaconisas sin llegar a ser diáconos…las mujeres prestan un gran servicio como mujeres, no como ministras’.

Y lo confirma en una entrevista concedida a la periodista Norah O’Donnell de la cadena USA/CBS y emitida este 20 de mayo con gran audencia y no exenta de polémicas por los temas tratados por el pontífice. Esta cuestión se ha vuelto a plantear en el marco del próximo Sínodo sobre la sinodalidad y, a pesar del rechazo del Papa a la ordenación de diaconisas, el tema sigue siendo relevante en las discusiones sinodales.

Ante estas definitivas afirmaciones de JM Bergoglio, ya en el ocaso de su papado, es necesario entregar algunos antecedentes que nos relatan los Evangelios para que los cristianos -especialmente las mujeres que participan en la vida de la Iglesia- tengan otra mirada fundamentada y procedan a discernir con la debida serenidad, sapiencia y esperanza.

Las mujeres en los Evangelios:

En el último capítulo de la Carta de S. Pablo a los Romanos, diez de los 29 líderes eclesiásticos son mujeres. Febe, la patrocinadora de Pablo en Cencreas, y Prisca, (quien, junto con su esposo Aquila fue una destacada misionera) encabezan la lista. Las cartas de S. Pablo (a excepción de las dirigidas a Timoteo y Tito que no fueron escritas por él), son los primeros manuscritos que poseemos del Cristianismo de la primera era, y constituyen una sólida evidencia histórica de la igualdad de los roles de liderazgo de los hombres y las mujeres en la iglesia naciente. Esta igualdad también está reflejada en la fórmula bautismal de los Gálatas (3:28).

El Libro de los Hechos habla de ‘las hijas de Felipe con don de profecía‘ (Hechos 21:9-10). Eusebio, el historiador de los inicios de la Iglesia, atribuye los orígenes apostólicos de las iglesias de las provincias de Asia a su ministerio, reconociendo de esta manera que algunas mujeres eran transmisoras de la tradición apostólica. ¡Qué lástima que sus nombres no nos hayan sido transmitidos! La Didaché, una epístola que contiene oraciones de los primeros tiempos, contiene nombres de profetas como los líderes regulares de las celebraciones eucarísticas, las cuales se celebraban frecuentemente en los hogares de mujeres prominentes.

El Vaticano y el Sucesor de Pedro, están llamados a reconocer -sin matices ni clálculos de poder ajenos al Evangelio- el apostolado inclusivo y carismático de igualdad que ayudó al rápido crecimiento del cristianismo durante los primeros tiempos permitiendo el nacimiento de comunidades religiosas que continuaron con la tradición profética del Catolicismo durante 2000 años. 

Jesús acogió a las mujeres entre sus discípulos más cercanos: ‘Después de esto, iba por los pueblos y las aldeas predicando el Reino de Dios. Le acompañaban los Doce y algunas mujeres: María Magdalena, Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes, Susana y algunas otras discípulas, las cuales le asistían con sus bienes‘ (Lucas 8:1-5).

Jaime Escobar Martínez

Director de revista ‘Reflexión y Liberación’. 

Santiago  –  Madrid  – Roma

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